Cómo mantenerte en forma (aún cuando no tienes ganas de hacerlo)

¿No te sientes con ganas? A todos nos ha pasado que nos levantamos un día muy desmotivados y no importa cuantas frases leas, cuanto pienses en tu objetivo o qué tanto te regañes, es simple… no estás de humor.    

Somos persistentes con muchas cosas en nuestra vida, pero cuando se trata de hacer ejercicio o de cuidar nuestra salud, quieres tirar la toalla al primer minuto. Las redes sociales nos han “enseñado” a que siempre tenemos que estar súper contentos al tomar un jugo verde o que tenemos que disfrutar al máximo una rutina de ejercicio y sí, a veces pasa, pero también existen días en los que no quieres salir de tu cama y en los que una ensalada no se ve tan buena como un plato de hot cakes.

En esos “momentos difíciles” generalmente terminamos eligiendo lo que queremos en el momento porque nos va a dar una satisfacción inmediata y tiramos lo que a la larga, realmente deseamos.

foto de @anettemorgan

Entonces… ¿qué hacer para tener éxito cuando no estás de humor para eso? Es muy fácil cumplir tu meta de ir al gimnasio en enero cuando todo el mundo está en el estado de ánimo fit, pero haz lo mismo en diciembre y las posibilidades de que seas el único aumentarán. ¡Sin embargo, es justo ahí donde debes actuar!

 El éxito pasa cuando no estamos con ánimo para hacer una elección saludable pero la hacemos de todos modos.

Por suerte no estamos hechos solamente de estado de ánimo, también tenemos la razón y eso es lo que nos hace actuar cuando no nos sentimos con ganas. Hay que aprender a negociar con nosotros mismos y tomar “micro acciones”.

Por ejemplo, quizás estás sentada viendo la tele y mueres de antojo de comer un bote de helado. Sabes que no te hace bien y que lo haces nada más porque estás aburrida así que una micro acción consistiría en decirte: “Puedes comer helado, si después de comer una fruta se te sigue antojando”. Hay una gran probabilidad que al comer una fruta tu “chip” saludable entre en acción y ya no quieras comer helado.

Lo mismo puedes hacer con otros aspectos, son acciones chiquitas que harán que sigas tu camino hacia tu objetivo final aunque no estés de humor para hacerlo:

  • ¿No quieres hacer ejercicio? Camina 5 minutos.
  • ¿Quieres comer un pastel? Cómete antes una ensalada.
  • ¿No te quieres tomar el jugo verde? Tómate un vaso con agua.

Este tipo de pensamiento es efectivo porque no te prohíbes cosas, son acciones pequeñas y al meter algo de razón, tus sentimientos seguirán el camino.

Nuestras acciones dictan nuestras emociones y cuando no tienes ganas de hacer lo correcto, estas te empujarán a dar el siguiente paso en el camino. Es importante que recuerdes tu objetivo a largo plazo y que des pequeños pasos hacia este.

Repite en tu mente: “Voy a tomar una pequeña acción saludable”, así verás que tu actitud cambiará y terminarás sintiéndote mejor porque escogiste lo correcto y crearás un círculo virtuoso.

También te puede insteresar leer: Pasos para comenzar un estilo de vida saludable  

-Silvana Becerra Tavano

 Editora digital de fitness en la revista ¡HOLA!, Comunicóloga especializada en medios digitales con gran experiencia en temas de fitness y bienestar. Amante del café, del chocolate, de correr y hacer bodybarre. Conoce más de lla en @silvanabt