Te preguntarás por qué es que si me da miedo me inscribí, y la respuesta es que me estoy enamorando de correr. Nunca he corrido una carrera, y sé perfectamente que de aquí hasta el día en que corra será un compromiso conmigo misma para lograrlo, me emociona mucho, es de las sensaciones donde quieres huir por los nervios, sin embargo te invade la idea de “¿pero y si sí puedo?” y sé que sí se puede.
Llevo un rato corriendo y la verdad es que me he dado cuenta de que es un deporte increíblemente noble, llega un momento en que no puedes creer todo lo que hace por ti, no sólo hablo de un aspecto físico.
Es una terapia, al principio puede que sólo pienses en cuánto te falta para terminar de correr, pero te aseguro que una vez que cambias ese pensamiento la plática contigo mismo será diferente, es un tiempo de ti para ti.
Necesitas de muy poco para empezar a incursionar en este deporte, lo más importante es amarrar tus tenis y tomar la decisión de hacerlo. En un sentido económico es perfecto porque no necesitas de inscribirte a un gimnasio o pagar alguna mensualidad; puedes ir a algún parque o lo que te quede más cerca, además que correr es algo que ya sabes hacer, sólo es caminar muy rápido, bueno no pero entienden a lo que me refiero, sólo es cuestión de empezar.
Todo el esfuerzo recompensa cuando te das cuenta que no sólo recorres distancias más largas, también vas viendo que tu cuerpo va luciendo y sintiéndose diferente mientras vas avanzando, te sentirás más ligero y al mismo tiempo tu rutina diaria te costará menos.
«…Las endorfinas que liberas cuando haces ejercicio contrarrestan…»
Estarás de muy buen humor. Las endorfinas que liberas cuando haces ejercicio contrarrestan el esfuerzo al que estás sometiendo a tu cuerpo, es una sensación increíble, tu buen humor brotará después de cada entrenamiento.
Es un reto contigo mismo, de tal manera que cada metro que avanzas es el resultado de tu esfuerzo, cuando te pones una meta no importa qué tanto sea, mientras te demuestres a ti mismo que puedes hacer más de lo que crees hasta que llega un punto en el que volteas atrás y te das cuenta todo lo que has avanzado.
No se trata de que hoy mismo te inscribas a una carrera, primero empieza a correr a tu ritmo. Es importante destacar que para empezar debes escuchar a tu cuerpo, si eres alguien que va empezando no comenzarás con 10km y además por querer bajar de peso comerás menos, nuestro cuerpo tiene un proceso para asimilar todo, puedes comenzar con cambios en tu alimentación para obtener más energía antes de salir a correr (aquí una nota de qué alimentos te pueden ayudar). También puedes pedir ayuda a un entrenador o alguien con más experiencia que te pueda aconsejar como empezar a correr para no arriesgarte a lastimarte en un intento por avanzar más.
Ponte objetivos y ve poco a poco. Pronto te darás cuenta que correr una carrera no está tan lejano, con la preparación adecuada vas a estar del otro lado de la meta 😉 el secreto es divertirse, disfrutar y hacerlo a tu ritmo.
Por cierto, si quieres unirte a mí en la carrera, aquí encuentras toda la info por si te quieres inscribir también. ¡Todavía estás a tiempo!
– Frida López